Iquitos era una aldea habitada por la tribu selvática los IKIITU, de quienes se tomó el nombre al momento de su fundación en 1864. Durante la colonia española y la fiebre del oro causada por las leyendas de El Dorado y el País de la Canela, Iquitos nunca tuvo figuración histórica.
En 1883 se inició en esta ciudad la era y auge del caucho, la explotación de su látex y comercio hizo que algunos alcanzaran inmensas fortunas, trajo la prosperidad a la ciudad y se inició la construcción de casas fastuosas, algunas con azulejos y mayólicas traídas desde Portugal. Parte del boato de esta época fue la adquisición de una casa de hierro construida por Gustave Eiffel en París y hoy ubicada en la Plaza de Armas de Iquitos. El fin de la era del caucho llegó en 1912.
En la ciudad de Iquitos podrá encontrar artesanías de las tribus selváticas, así como podrá disfrutar de una excelente cocina regional, bebidas típicas, ciudad de vida agitada y gran diversión nocturna, o sesiones con chamanes que utilizan el ayahuasca. Hay gran difusión de la medicina folclórica y curanderismo en base a la gran cantidad de plantas medicinales que existen.
Iquitos es la ciudad más grande de la selva peruana. La arquitectura que rodea a la plaza de armas, los edificios de estilo gótico y barroco que constituyen el centro histórico y el malecón del río Itaya, nos hablan de los antiguos años de bonanza de esta urbe que mantiene su belleza y le permite a sus visitantes trasladarse a los distintos puntos del Amazonas.